Irán confirmó el empleo de un nuevo misil avanzado en la última serie de ataques de represalia contra Israel, en lo que ha sido calificado como una ofensiva militar a gran escala y sin precedentes.

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Esta ofensiva ha afectado a varios lugares de los territorios ocupados israelíes, incluidos Tel Aviv, Haifa, Bnei Brak y Petah Tikva, provocando pánico generalizado y cortes de energía entre la población.

La operación, denominada «Promesa Veraz 3», involucró el lanzamiento de misiles y drones. El portavoz del Ministerio de Defensa Iraní, Alireza Talaee Nik, elogió la respuesta del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), señalando que Israel no logró interceptar el misil iraní empleado por primera vez.

Las Fuerzas Armadas iraníes declararon que explotarán plenamente sus capacidades ofensivas contra el enemigo israelí tras una guerra impuesta por este último. Siguiendo en esta línea, informaron del lanzamiento de más de 20 misiles aire-tierra y cientos de drones de largo alcance, con impactos directos en varias ciudades.

Medios israelíes confirmaron que el ataque alcanzó una instalación logística en Glilot , utilizada por la Dirección de Inteligencia Militar israelí (Aman), y a la Unidad de Inteligencia Militar 8200 en la base de Glilot, cerca de Tel Aviv. El CGRI también aseguró haber alcanzado centros de inteligencia de precisión, incluido un sitio del Mossad dedicado a operaciones encubiertas en Tel Aviv.

Uno de los objetivos más significativos impactados fue el Instituto Weizmann de Ciencias, donde varias de sus edificaciones, incluidos laboratorios de biología, bioquímica e inteligencia artificial, sufrieron daños graves.

Los investigadores confirmaron la pérdida total de datos, material genético y años de trabajo, estimando que reconstruir la infraestructura científica tomaría al menos dos años. Además, el comandante de la Fuerza Terrestre iraní, general Kioumars Heydari, confirmó que cientos de drones fueron dirigidos contra objetivos estratégicos en Tel Aviv y Haifa , destruyendo sitios vitales como bases y depósitos militares.

Por su parte, el Comando del Frente Interior israelí emitió instrucciones urgentes a los colonos y resto de ciudadanos, instándolos a permanecer cerca de las zonas protegidas y a entrar inmediatamente en los refugios al oír las sirenas de advertencia.

Irán dejó claro que esta operación es una respuesta al bombardeo israelí contra la sede de la Radiodifusión iraní, y busca desmantelar infraestructura militar clave.

El asesor del comandante del CGRI, general Ahmad Vahidi, enfatizó que los misiles empleados son apenas una parte del arsenal avanzado de Irán, declarando: «Aún no hemos utilizado nuestras capacidades estratégicas» y subrayando que Irán no teme una prolongación del conflicto.

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